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Democracia militante frente a violencia y neoliberalismo

László Földényi, crítico, ensayista y teórico del arte húngaro dialoga con el historiador de la filosofía José Luis Villacañas.

Los dilemas a los que se enfrenta Europa en el siglo XXI se ven de manera diferente según quien los analice. Así ha quedado patente en el diálogo que han mantenido los dos potentes en la Sala de Cámara de Baluarte. Para Földényi, la guerra ha hecho que Europa se una ante un enemigo común. “Esta guerra no solo va contra Ucrania, va contra los valores sobre los que se basa la cultura europea”.

Villacañas cree que Europa ha visto muchos criminales de guerra, pero los pueblos sobreviven a éstos. “Los rusos también sobrevivirán a Putin”.

Földényi no es tan optimista. “Los grandes nombres de la cultura rusa constituyen solo una fina membrana de un pueblo que no ha podido impedir ni el gulag, ni el estalinismo… La cultura no soluciona esta situación. Las sociedades del oeste de Europa si sobreviven a los tiranos, no las de este”, opina el húngaro desde su experiencia como natural de un país sometido durante décadas a los designios de Moscú.

El profesor español recordó el fracaso de la era Clinton, cuando se impuso la doctrina de que la globalización económica llevaría la democracia al mundo. En este sentido, Földényi cree que esta guerra nos ha hecho ver que hay que limitar la economía liberal. Toda una paradoja, ya que Europa no es capaz de defenderse de Rusia ni de elaborar su propia agenda sin contar con EEUU.

El papel de China ha sido también objeto de debate. China, que es el país que abastece de mercancía a todo el mundo, es para Földényi “una dictadora total”. Para Villacañas China es subalterna de Rusia porque su territorio es llave de paso hacia Europa y América a través de la ruta del Ártico, además de depender de su gas.

La UE es un elefante de barro enorme pero funciona, “yo, como húngaro, toda mi esperanza está depositada en ella», concluye, Földényi.

Por su parte Villacañas propone hacer de nuestro sistema, una democracia militante con la ciencia y la racionalidad, única arma para combatir con los populismos que ofrecen a la sociedad soluciones simplistas a problemas complejos.

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