Carlos Muguiro y Pedro Costa, cineastas español y portugués, dialogan alrededor del concepto de originalidad
La originalidad en el cine significa aparición súbita, ocurrente, algo que te hace destacar de la media. Así lo cree Pedro Costa, uno de los grandes nombres de la cinematografía lusa.
Costa apela a trabajar como los antiguos maestros del cine clásico, como si cada plano fuera el primer plano jamás rodado. “El cine es producción, no es artístico, es manual. Hay que hacer cine bien, igual que un artesano zapatero hace su trabajo”, dice Costa.
El director portugues confiesa que estaba destinado a ser un cineasta que hiciera películas todos los años, de distintos géneros, de producción independiente o comercial, “pero no estaba cómodo, a lo mejor porque no me sentía lo suficientemente original, así que decidí cambiar y trabajar de una manera más concentrada”.
Recordando al maestro John Ford, Pedro Costa reconoce que no sabe coger una cámara y filmar un paisaje. “Allá donde no hay presencia humana me siento mal, un impostor”. El cine debe estar vinculado directamente a la realidad, muchos más que el resto de las artes, asegura.
“Intento que mi trabajo sea muy cotidiano, profundo en el sentido no de ser pretencioso, ir al fondo de los problemas y las dudas, pero sobre todo conseguir rodar sin depender de productores», concluye Costa.
