Francisco Jarauta, catedrático de Filosofía de la Universidad de Murcia entrevista al filósofo italiano Massimo Cacciari
Tanto Jarauta como Cacciari coinciden en afirmar que la Unión Europea no ha sido capaz de ejecutar su deber histórico de expandir la democracia y los derechos humanos en el mundo. La caída del muro y la aparición de nuevos polos de poder marcan el inicio de la decadencia. Un escenario en el que ni la UE ni la Rusia postcomunista han hecho nada por trabajar en esa Casa Común en la que debería haberse convertido el viejo continente.
Cacciari cree que la falta de liderazgo impide a la UE ver cómo se podrá alcanzar un nuevo equilibrio internacional que evite una catástrofe, “Hay tantos nudos que la única manera de solucionar el lío en el que estamos va a ser cortarlos”, afirma pesimista el filósofo italiano.
Evitar la guerra solo es posible cuando hay una ‘auctoritas’ que ayude a razonar dentro de los conflictos: “para recuperar el liderazgo, Europa tiene que reforzar su unidad sobre la base del principio de solidaridad y retomar las utopías-sueños europeos”.
Europa debe convencer a Rusia de su trágico error, retirarse de Ucrania y empezar a trabajar en un plan económico y social conjunto.
Jarauta recordó a Cacciari las amenazas que las grandes corporaciones mundiales suponen para la democracia. Para Cacciari, las multinacionales están haciendo de la política una mera oficina de administración que hace cumplir las órdenes que impone el mercado.
Los mecanismos económicos jamás van a resolver problemas ecológicos, de orden social, la redistribución de las rentas, etc… Caracci plantea como solución pensar una república utópica mundial sin fronteras que resuelva los grandes problemas globales.
