Peter Sloterdijk, filósofo central de nuestro tiempo, dialoga con su traductor, y también filósofo, Isidoro Reguera.
La religión es, sin duda, uno de los temas favoritos de Peter Sloterdijk, uno de los pesos pesados del pensamiento mundial presentes en los Encuentros de Pamplona. La religión es para el autor una suerte de fitness anímica, una ética universal exenta de dogmatismos.
También habla Sloterdijk del ejercicio poético del ser humano, el lenguaje con el que se establecen similitudes o comparaciones que conforman lo que él entiende por filosofía, un sistema de metáforas con las que se seduce al ser humano para que encuentre orientación en ese cosmos.
El papel del ciudadano en la política ha sido otro de los grandes asuntos que han surgido en este diálogo. Para Sloterdijk las sociedades se dividen entre “los que quieren un poder patriarcal en el que unos gobiernan y el resto se desentienden siempre que puedan seguir consumiendo; y por otro lado están los partidarios del estilo suizo, en el que se da prioridad al bien común sobre todo lo demás”. Además, asegura que donde mas ha arraigado la esclavitud es más dificil el triunfo de la libertad”. Como ejemplo, Sloterdijk pone a China, donde hay cultura de servicio a alguien superior (el padre, el emperador, el estado) o incluso en las monarquías, donde la gente va a ver pasar al rey, que no es otra cosa que un dios visible.
Frente a los retos del siglo XXI como el cambio climático, Sloterdijk piensa que la sociedad tiene que movilizarse. “Todos somos consumidores, la humanidad tiene que empezar a entender que no podemos seguir quemando recursos subterráneos, debemos inventar una tecnología que produzca una energía reversible”, concluye.
