¿Qué son los Encuentros de Pamplona 72-22 ?
En verano de 1972 tuvieron lugar los Encuentros de Pamplona, un festival de vanguardia internacional que todavía se sigue considerando como el principal acontecimiento de arte vinculado al público en general que ha tenido lugar en España.
Los organizadores de aquella iniciativa pionera fueron los artistas del Grupo ALEA, sobre todo con las iniciativas de Luis de Pablo y José Luis Alexanco.
Las principales líneas respondían a un diálogo entre la vanguardia y la tradición popular, a la interacción entre artistas y público, y a la integración de todo ello en un gran escenario: la ciudad de Pamplona.
En ese contexto, Los Encuentros situaron a Pamplona a la altura de los hitos culturales de la magnitud del Festival de Spoleto, la Documenta 5 de Kassel y la XXXVI Bienal de Venecia. Sin embargo, este impulso no tuvo continuidad y su impacto en la ciudadanía se diluyó con el paso del tiempo.
Pamplona, epicentro del arte, pensamiento y cultura
Con la celebración de los Encuentros de Pamplona 72-22 se evoca el 50 aniversario de los Encuentros de Pamplona de 1972. Sin embargo, su propósito, además de esta importante conmemoración, es establecer un punto de partida que conduzca a una nueva dimensión cultural de nuestra comunidad de manera sostenida e innovadora, transformadora también, capaz de ofrecer una dimensión ética y de propiciar una ciudadanía crítica.
El programa impulsado por el Gobierno de Navarra para los Encuentros de Pamplona 72-22 es una propuesta de Ramón Andrés, ensayista, pensador y poeta. Además, bajo su guía, un equipo complementa el programa con aportaciones propias.
La imagen de los encuentros por Frederic Amat
Formo parte de una generación bisagra de artistas visuales entre dos siglos. En el pasado, los carteles fueron medio de comunicación local y de difusión de múltiples eventos culturales. En el presente las nuevas tecnologías y la red han hecho que la imagen se irradie en infinitud de pantallas con otros códigos posibles.
Cuando uno “pinta” un cartel deviene, de alguna manera, embajador visual de una idea y en este caso de un evento que convoca un actual encuentro de celebración de diferentes manifestaciones culturales y conmemoración, a su vez, de los Encuentros de Pamplona 72-22. Para los que fuimos contemporáneos de aquel momento, en el estuario del franquismo, fue una ventana abierta desde Pamplona. Un golpe de aire fresco.
He recibido la invitación para realizar la imagen y cartel de los Encuentros de Pamplona 72-22 como un privilegio y un reto.
¿Cómo dar a ver en una imagen que el espectador ha de retener en pocos segundos e identificar en medio de la vorágine de imágenes que nos acechan día a día?
Esta es mi propuesta: un racimo de tinta, una congregación de máculas. Diálogo en donde las pinceladas se convocan una a la otra, sobre diferentes territorios cromáticos que desean festejar su encuentro e intercambio de ideas.
Frederic Amat