El jueves 10 comenzó por la mañana con el diálogo de Asier Mendizabal, acompañado por las artistas Patricia Esquivias y Liza Tan en Pensar con las Manos, un evento que trata de unir el hacer y el decir a través de la obra de las artistas invitadas. Las manos se muestran como protagonistas de ambas obras, centrándose en sus expresiones, sus movimientos y su propia historia.
Las artistas dialogaron con Mendizabal tras proyectar sus obras, en las que pudimos apreciar ese “decir con las manos” del que nos hablaba previamente el artista visual.
“Hilar largo”, una película de Patricia Esquivias, nos muestra una forma diferente de hablar de la historia de España, a través de las puntadas de las mujeres de un pueblo toledano, Caleruela. En el corto, la artista investiga acerca de la labor de las mujeres, una tradición deslocalizada, mostrando un retrato del pueblo.
Por su parte, Lisa Tan presentó por primera vez como película “Reading Lewis Hyde”, creada originalmente para una instalación, en la que la artista lee las palmas de la mano del escritor estadounidense. Mediante la poética visual de la imagen, Tan muestra la palma de la mano como indicadora del destino y del pasado.
Ya por la tarde, la Sala de Cámara de Baluarte acogía la conferencia de la economista y profesora de la Sorbona Hélène Tordjman, Por una crítica de la ecología mercantil, en la que volvió a recuperar temas tratados en días anteriores en el itinerario “Los árboles que nos quedan”. Junto a Mónica Fernández-Aceytuno, escritora de la naturaleza, conversaron acerca del desarrollo de la biotecnología y bioeconomía, apuestas políticas y el pacto verde europeo.
Apelando a los sentimientos del público, Aceytuno incidió en la necesidad de repensar nuestros actos y las posiciones políticas respecto a la ecología, en el campo de la cual hasta las soluciones tienen consecuencias.
Tordjman reiteró las ideas expresadas por la escritora de la naturaleza bajo el prisma de la bioeconomía, apostando por un reparto de las tierras entre los agricultores tradicionales y apoyando un consumo animal restringido, neutralizando el poder del mercado y tratando de recuperar un ecosistema maltratado por el ser humano.
A continuación, el escritor ucraniano Yuri Andrujovich conversó con la editora Sandra Ollo sobre su identidad, a caballo entre la europea y la eslava, y la influencia de esta sobre la obra de este prolífico autor. La sesión contó con continuas referencias a la guerra que asola su país.
La identidad del pueblo ucraniano está fuertemente conectada con el ansia de libertad política y personal, afirmó. Las raíces de esta identidad están en su historia, “los ucranianos son anarquistas en cierta forma; libertad y responsabilidad personal son un tema central en nosotros” añadió. Esta identidad esta también muy marcada por el hecho de vivir entre Europa y los pueblos eslavos. Su condición fronteriza les divide y separa enormemente de Europa. Pero esta escisión se debe principalmente a las causas burocráticas, ya que, según afirmó, intelectualmente no se siente tan lejos de la mentalidad europea. Así, se mostró esperanzado en que cuando finalice la guerra, Ucrania pueda avanzar en su integración en la UE.
El encuentro abordó la obra del escritor, y sus influencias, particularmente la influencia primero de la URSS y luego de Rusia, y de su devenir autoritario. “Siempre me he planteado cómo organizamos nuestra vida con vecinos tan enormes” concluyó.
BARÓ D’EVEL
El Teatro Gayarre abría sus puertas al público a las 21h para la primera función de Mazut, de la compañía de circo – teatro Baró d’Evel. Con una sorprendente puesta en escena, basada en elementos escénicos sencillos usados con maestría, Mazut cuenta la historia de una relación profesional basada en la desigualdad y la lucha entre sus personajes. Conforme avanza la obra, esta desigualdad se va desmontando, aparece lo salvaje, el lado más animal de los personajes. En Mazut todo cambia, todo se destruye.