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Palabras y melodías para el broche final de los Encuentros 2014

Un radiante domingo nos recibía para dar despedir 11 días de cultura, arte y pensamiento en Pamplona. La enorme cola que esperaba para entrar en la Sala de Cámara y disfrutar del primer diálogo de la mañana, hacía ver que había pocas ganas de que esto acabase.  

La autora del premio Pulitzer Cristina Rivera Garza y el escritor Patricio Pron abarrotaron la sala de Cámara de Baluarte en un encuentro – conversación sobre el lugar que ocupa la literatura en nuestro mundo cambiante, y sobre su relación con los procesos creativos. Con sentido del humor y espíritu crítico, ambos autores coincidieron en poner en valor tanto la lectura, como la escritura como la forma de poder ser otros, de acercarnos a nuevas realidades y de realizarnos preguntas, sean filosóficas o no.

Muy respetuoso con los materiales con los que trabaja, Patricio Pron planteó la mirada al pasado y una investigación que huye de la repetición y el remake para construir futuro. Por su parte, Cristina Rivera Garza hizo brillar la idea de una imaginación acuerpada, libre, pero a la vez conectada con las propias experiencias sensibles y con el entorno.  En un brillante diálogo cargado de matices, donde abundó más el consenso que la disensión, si hay que destacar una conclusión, esta es la vitalidad de la literatura y del arte de la palabra, así como del incontestable espacio que ocupan en el mundo contemporáneo. 

Paralelamente en la Ciudadela, Oskar Alegría volvió a sorprender al público con su establo y los burros que lo habitaban. El artista local presentó su “manual” para el cuidado de los burros con los consejos compartidos por pastores, familiares y amigos del gremio. A través de historias de granjas, establos y cuevas, Oskar Alegría construye un espacio en el que lo autóctono y tradicional dejan paso a lo actual. 

Las personas participantes pudieron disfrutar de los talos de Saralegi Taloak, otra mención a la tradición local de gran éxito entre los caminantes de la Ciudadela y que daba fin a la larga lista de propuestas artísticas de estos Encuentros de 2024.

Partiendo de una cita de Ramón Andrés sobre la afinación de los instrumentos en su último libro Despacio el mundo, Mauricio Sotelo y Georg Friedrich Haas analizaron sus distintas trayectorias con el trabajo sobre la micro tonalidad. 

Los compositores de música contemporánea también abordaron la praxis musical, la praxis musical no escrita y la limitación de la escritura en la composición. Sotelo y Haas coincidieron en el valor de las tradiciones orales, que algunas se pierden, algunas se retoman y otras perviven, ya que aunque no puedan ser escritas, tienen gran valor para la imaginación del sonido, su realización y la composición.

El papel de las Nuevas Tecnologías también fue analizado durante el encuentro. Los autores coincidieron en su importancia como nueva herramienta en la composición,  pero también  como documentación para las nuevas generaciones.

La sesión concluyó analizando sus respectivas experiencias creando Ópera, y las limitaciones para conseguir que la idea dramatúrgica, teatral y expresiva del compositor pueda prevalecer en un entorno de producción que a veces limita la radicalidad con la que ha sido concebida. 

Los Encuentros de Pamplona / Iruñeko Topaketak 2024 concluyeron con unas palabras de despedida de su comisario Ramón Andrés previas al concierto de clausura de Sigma Project. Con gran emoción, y ante una abarrotada Sala de Cámara, Andrés destacó que “estos Encuentros han hecho honor a su nombre, porque a través de diferentes voces han permitido acercar el conocimiento de personas de diferentes orígenes, formando un nudo de conocimiento”, y emplazó a las personas asistentes a volver a participar y a encontrarse en 2026.

A continuación, los miembros del cuarteto de saxofones Sigma Project, ofrecieron un concierto de música contemporánea en el que repasaron las principales obras de los compositores que habían participado en los Encuentros: Lisa Lim, Mauricio Sotelo y Georg Friedrich Haas. Un viaje desde la tradición clásica, hasta los lenguajes sonoros y la experimentación más radical y contemporánea. Con una gran ovación, terminaba esta edición de la bienal que nos ha permitido pensar, dialogar, disfrutar, acercar posturas diferentes, y darnos cuenta de que no estamos tan lejos. Gracias al público que lo ha hecho posible. ¡Hasta 2026!